En respuesta a la violencia el presidente Funes ha convocado a un diálogo con diversos sectores. Activo en el diálogo, deja al Ministerio de Seguridad exponer los pasos para enfrentar la criminalidad. El plan es serio, racional y tiene en cuenta que enfrentar la violencia es caro, dado los niveles actuales. El presidente defiende que El Salvador no es un Estado fallido, y que el problema se puede enfrentar y resolver. Aunque el mandatario tenga razón, también es cierto que frente a la violencia el Estado lleva al menos catorce años fallándole gravemente a la ciudadanía. La herencia de despreocupación política por la criminalidad y la impunidad es larga.
Por fin en un plan contra la violencia se menciona la atención a las víctimas, abandonadas a su suerte desde hace tiempo. También es positivo que se acepten niveles de corrupción interna en la PNC que hay que atender con urgencia. VER MÁS…
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Seguridad ciudadana en las Américas: Tendencias y políticas públicas 
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